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miércoles, abril 23, 2008

UN EQUIPO DE HOMBRES

He vuelto a jugar fútbol, he vuelto a correr 90 minutos luchando por algo más que el simple hecho de correr por un rato y llegar sudado a la casa. Ahora voy por una copa, voy por la necesidad de triunfo que todo hombre tiene.
Cada día que pasa me acercó más a lo 30 y creo que no me pesan. Claro no corro como un pendejo de 15 y eso se nota cuando tengo salir en busca de un velocista que juega de puntero, pero la trayectoria y experiencia se nota cuando entro a la cancha. Aun impongo respeto, conozco la filosofía del juego.
Entramos a un campeonato con un grupo funcionarios de la universidad donde termino mis estudios, pero a medida que avanzan los partidos, creo, que nos convertimos en amigos, en un grupo de amigos que juega en un mismo equipo.

Hemos jugado cuatro partidos y cuatro derrotas, pero no derrotas simples y livianas, sino que boletas con la firma del técnico contrario, verdaderas facturas que marcan nuestro fracaso, pero a pesar de la vergüenza (para algunos) siempre salimos con la camiseta mojada y la frente en alto, llegamos al camarín y nos miramos sin decir nada, las miradas dan nota del esfuerzo que hizo cada uno por no perder.
“Un equipo de hombres que se respetan y se quieren va a hacer invencible”, así espeta Alejandro Dolina y no sé por qué tengo la certeza que eso ocurrirá más temprano que tarde. Poco a poco nos estamos conectando, nos vamos conociendo y quiéranlo o no, seremos invencibles ante aquellos que nos miran con desprecio.

En pocos días más saldremos con la camiseta blanca a la cancha y volveremos con la polera mojada, sudada entera hasta más no poder y también, sé que en lugar de gloria y la fama solo estaremos nosotros para reírnos como niños por el triunfo dominical.
Porque quieran o no, por el simple hecho de jugar fútbol soy un futbolista, soy un tipo que entra a la cancha y solo quiere ganar, solo quiere vencer al contrario. No tengo la barra gigantesca, no hay papeles picados, no hay representante, no hay modelos, solo pertenezco a un grupo de hombres que, nerviosos, esperan el pito del árbitro para comenzar a correr por noventa minutos para humillar al contrario.
He tenido suerte de estar en hazañas increíbles con mi equipo, como esa vez que dimos vuelta un partido de futbolito que íbamos perdiendo por siete goles y con uno menos, pero no sé como lo hicimos. Me acuerdo que esa vez escribí: “No hubo nadie quien aplaudiera la hazaña, no hubo un grito de aliento, era la cancha, la pelota y el enemigo. Sin embargo, la cara de satisfacción, la sonrisa de niños con juguete nuevo fue el mejor premio para estos cinco futbolistas que lo dejaron todo en la cancha”.
En fin, el domingo nuevamente estaremos, al igual que millones de futbolistas, corriendo tras el triunfo, tras la humillación del contrario y en busca de esa esquiva felicidad que tan solo dura una semana, pero da igual… la felicidad de un triunfo es algo que nadie, sin ser futbolista, puede entender.
JM_W

3 comentarios:

Marco dijo...

"por el simple hecho de jugar fútbol soy un futbolista"

TAN SENCILLO COMO REAL. MUY BUENO.

Saludos de Buenos Aires.

Anónimo dijo...

Fútbol, fútbol, siempre y solo fútbol. Con 40 años cumplidos colgué las botas hace tiempo, siempre jugando en ligas menores, con ese ambiente de camadería y competencia sana. Resulta que tengo un hijo de 11 años y el niño me ha salido futbolero como no. De modo que me hicé hincha ferviente de su equipo, el pibe no saldrá un maradona ni fALTA que hace. Solo disfrutar de jugar a fútbol, desde luego eso le ayudará a formarse como mejor persona.
Por cierto, la liga española ha tenido este fin de semana dos partidos de los que hacen época; El real zaragoza donde militan Fabian Ayala y Pablito Aimar (y equipo de mis amores) venció al deportivo de La Coruña en el último minuto del descuento, despues de de haber contado 21 ocasiones de gol fallidas, el resultado nos hizo salir de los puestos de descenso a segunda división. Imaginad en la celebración del gol sufrí una contractura en el muslo por los saltos que mi hijo y yo dimos en el estadio de la Romareda.
El otro partido fué para el Real madrid que gano a Osasuna, toda la segunda parte con un hombre expulsado, minuto 37 marca Osasuna de Penalti, y en los tres minutos siguientes el Madrid primero empata y despues marca para vencer. Esta victoria le hizó ganar la liga.
¿Es o no es? el fútbol maravilloso.
Saludo desde Zaragoza España.

Anónimo dijo...

Fútbol, fútbol, siempre y solo fútbol. Con 40 años cumplidos colgué las botas hace tiempo, siempre jugando en ligas menores, con ese ambiente de camadería y competencia sana. Resulta que tengo un hijo de 11 años y el niño me ha salido futbolero como no. De modo que me hicé hincha ferviente de su equipo, el pibe no saldrá un maradona ni fALTA que hace. Solo disfrutar de jugar a fútbol, desde luego eso le ayudará a formarse como mejor persona.
Por cierto, la liga española ha tenido este fin de semana dos partidos de los que hacen época; El real zaragoza donde militan Fabian Ayala y Pablito Aimar (y equipo de mis amores) venció al deportivo de La Coruña en el último minuto del descuento, despues de de haber contado 21 ocasiones de gol fallidas, el resultado nos hizo salir de los puestos de descenso a segunda división. Imaginad en la celebración del gol sufrí una contractura en el muslo por los saltos que mi hijo y yo dimos en el estadio de la Romareda.
El otro partido fué para el Real madrid que gano a Osasuna, toda la segunda parte con un hombre expulsado, minuto 37 marca Osasuna de Penalti, y en los tres minutos siguientes el Madrid primero empata y despues marca para vencer. Esta victoria le hizó ganar la liga.
¿Es o no es? el fútbol maravilloso.
Saludo desde Zaragoza España.