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lunes, mayo 26, 2008

CON BARRO HASTA EN EL CORAZÓN

“Esa esquiva felicidad que tan solo dura una semana, pero da igual…
la felicidad de un triunfo es algo que nadie,
sin ser futbolista, puede entender”.



Con nueve jugamos todo el partido… ¡con nueve! Ellos con 11 y no fueron capaces de hacer más goles que nosotros. Corrimos como bestias cada pelota que cruzaba el área, cada balón que dignaba a entrar a nuestra casa sabíamos que siempre habría uno de nuestro equipo para hacer frente al ataque de los enemigos.
Después de los veinte minutos del primer tiempo supe que podrían estar corriendo toda la tarde y no nos ganarían. “Muchachos ni al arco iris le hacen un gol hoy”, les dije a mis compañeros en más de una ocasión.
Nos estamos conociendo, nos estamos queriendo, somos cada día más amigos y como dijo Dolina: “Un equipo de hombres que se respetan y se quieren va a hacer invencible”, y vamos camino a eso sin dudas.
No había caso… hasta los travesaños estuvieron de nuestra parte. A los pobres les hicimos cuatro goles, que pudieron ser diez. Pero cuatro goles con dos menos no es fácil y ellos dos pepas, que más encima fueron regalos nuestros.
Cada gol que hacíamos era una puñalada en el corazón del rival y una inyección de amor propio para nosotros.
Al llegar a mi casa saqué mi camiseta del bolso y la revise. No saben lo bella que se veía con barro por todos lados. No saben lo perfecto de los goterones de barro repartidos, merecía una fotografía esa postal, pero no quise egoístamente preferí quedarme con esa imagen para mí y dejarla archivada en mi espacio cerebral futbolero.
He estado en muchas hazañas con mi equipo, pero esta fue total porque todos pusimos. Todos corrimos para un mismo lado. E incluso el rival tuvo que reconocer que fuimos superiores, no hubo espacio para criticar al arbitro, al guardalíneas, etc., las hicimos todas y más encima bien.
A todos los que les conté sobre el triunfo, pero les importó poco. Me miraban con cara de pobre niño, pero que saben si no son futbolistas. En el camarín las sonrisas eran increíbles, parece que el Viejo Pascuero llegó a ese camarín para repartir un momento de felicidad, ese corto momento que nos dio la perfecta felicidad para un futbolista.
Hoy es lunes y todos estamos en el trabajo, el stress nos está minando el triunfo y la hazaña, pero no nos importa, por qué ya sabemos que el próximo fin de semana tenemos otra cita con la historia, con nuestra historia, esa que le contaremos a nuestros nietos, esa que ocurrió un domingo en una cancha desierta y que nueve hombres transformaron en pesadilla el domingo de los rivales y en el paraíso a los blancos de mi equipo.


JM_W

8 comentarios:

flako82 dijo...

Hola...muy buen blog...

Buenos los temas publicados...

Te invito a visitar el mío.

Saludos.

http://peloteroschilenosenelmundo.blogspot.com

chaus

Marco dijo...

Notable!

Es cierto, esa atmósfera victoriosa de sangre y heroísmo parece pertenecer, por momentos, al submundo de los sueños, esos que son difíciles de contar.

Saludos porteños.

Teixi dijo...

Muy buena la foto, y menudo poeta.

un saludo.

Dan Aránguiz dijo...

Ciertamente hablas verdad, sólo un futbolista sabe lo que es un triunfo. Efímeros segundos para algunos, eternidad para otros.

Gran blog estimado, nunca lo había revisado y lo ponés siempre en los mails que envías por las pruebas de actualidad.

Saludos.


D.L.A.H.

Marco dijo...

Un poco de respuesta a tu buenisimo mail va de forma poco convencional.

Esta aqui
http://elfutboldepablo.blogspot.com/2008/05/el-ftbol-de-calgula.html

elfutboldepablo.blogspot.com

Saludos.

Marco dijo...

SALIÓ (EL ARTÍCULO) PUBLICADO.

Un abrazo.

admin dijo...

Estuve viendo tu sitio y me gustaria hacer un intercambio de links.

Si te interesa avisame y te agrego.
Mi sitio es PR 3

Titulo: River Plate
URL enlace: http://www.riveresmundial.com.ar/

Espero tu respuesta.
Atte.
Francisco C.

JM dijo...

Ya están todos agregados en la lista de links.
Saludos.