ALGUNOS LE DICEN GORDITO...

Dicen que está guatón, lento y que ya no tiene el mismo instinto asesino de hace un par de años, cuando brillaba a plenitud en las mejores canchas del mundo. Pero que les puedo decir, don Marcelo Salas es un elegido, es de esos jugadores que cada vez que tocan la pelota sucede algo mágico, los planetas se alinean y sucede la explosión de talento futbolístico que eleva al Matador al lugar del que nunca se va a mover.

Soy un reconocido fan del Shileno, no lo escondo. A él le debo los momentos más felices y dolorosos que tengo memoria del fútbol. Aun me duele el gol que nos hizo en el clásico del 94’, por más que digan que hay revanchas en el fútbol, ese episodio nunca… pero nunca tendrá una dulce venganza, el dolor fue demasiado.
El oriundo de Temuco es un jugador mágico, celestial, bendecido con la cualidad de estar donde debe estar un delantero. Todo confluye para que Marcelo Salas haga lo que sabe hacer.

Que manera de gritar ese gol que le hizo a Inglaterra o el que le hizo a Italia… yo creo que aún Cannavaro debe estar preguntándose por dónde cabeceo Salas y para que recordar los tres que les hizo a los peruanos, esa vez lloré abrazado a un viejo en la galería norte del Estadio Nacional “Vamos al mundial, vamos al mundial” le repetía sin cansarme.

¿Cuántas veces he gritado un gol de Salas? O ¿Cuántas veces me he alegrado por los goles de Salas, aunque los haga para el enemigo?
Eso es lo que tiene el temuquense, logra que todos se alineen detrás de él. Incluso conozco a algunos colocolinos a muerte que reconocen las virtudes de Salas y sueñan con tenerlo en su equipo, aunque sea solo un quimera.
Salas volvió a la selección y a pesar de las lesiones me parece que estará en el Monumental de River el 13 de octubre, de titular o suplente da lo mismo, pero tengo la certeza que apenas Marcelo Salas entre a la cancha, nuevamente, los planetas se alinearan y la explosión volverá a suceder…

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